"... DE TENERTE EN MIS BRAZOS..."

Siempre están discutiendo, gritando… maldita sea, estoy enfermo, débil, necesito paz…

Ella trabajaba como retratista en los paseos marítimos del levante español. Su cuidada técnica y el amor que extendía hacia la punta de sus pinceles no le hacían conseguir, sin embargo, una cantidad de dinero lo suficientemente holgada como para asegurarse un techo todas las noches del verano, así que muchas lunas las invertía en la arena de la playa, soportando los escarceos sexuales de muchos de sus compatriotas británicos, y la visita deshumanizante pero obligada de los agentes de la autoridad local.

Un atardecer de julio, mientras montaba el caballete y empezaba a notar que el salitre y el viento estaban afeando su bellísimo rostro y aclarando su pelo más de lo necesario, él se acercó con las manos en los bolsillos y su perfecto inglés de academia no exento de un particular acento italiano.

Ya nunca se separarían. Al menos, físicamente.

Recuerdo las palabras de mi gran amigo: “… a veces, hay más soledad dentro de las parejas que la que tú crees vivir dentro de tu cueva, durmiendo solo cada noche…”.

GRAPAS Y GASES...
Estoy de vuelta... con unas cuantas cicatrices, con un órgano menos dentro del cuerpo y terminando de expulsar el nitroso con el que me inflaron (estar a mi lado estos días se convierte en una auténtica prueba de amistad y tolerancia).

Pero estoy de vuelta. Gracias, Lynn, Anfibio, Isa, Alvaro... por daros cuenta de que algo fallaba, de que el púgil no estaba actualizando. En unos días más, todo volverá a la normalidad. No, no he chapado el chiringuito, ni mucho menos.

Os haré partícipes de lo que dos semanas de ingreso hacen con una mente ya de por sí un poco enferma...

Nos leemos...

BANG!...

No te engañes: esa bala tiene tu nombre.

Todos tenemos una bala silbando junto a nuestro oido, dirigida hacia nuestra cabeza. Durante toda nuestra vida, tras cada esquina, tras cada beso, tras cada acorde...

A veces, el único sentido de la existencia, parece ser averiguar quién la disparó...

(Nota: foto de Luismi. Bala real Winchester 30-06)

HELEN, SIEMPRE HELEN...

Tengo que hacérmelo mirar… no sé. Quizás en el fondo no sea tan raro, pero creo que me he enamorado de una mujer de 61 años que ha sido reina ya dos veces (“Elizabeth I” y “The Queen”) en la gran pantalla y hasta asesina a sueldo (“Shadowboxer”), con Cuba Gooding Jr.

Es Helen Mirren, algunos ya la habréis reconocido en la foto…

“Hola, soy Luismi, y me pone una tía que me lleva 34 años…”. Me veo soltando ésto en alguna terapia de grupo...

Dicen que normalmente los hombres solemos fijarnos en chicas más jóvenes. Quizás porque algunos vean en ellas (conste que yo no lo pienso… al menos, no siempre) auténticas “ninfas de cráneo hueco” a las que poder impresionar fingiendo una vida muy revivida y supuestamente emocionante; a las que enseñar (pobres malditos, hoy vienen ya de serie muy enseñadas…) sus técnicas amatorias presuntamente infalibles, y a las que pasear como ganado en la feria comarcal ante el resto de panzudos, compañeros de farras que siempre suenan mejor contadas en la farra siguiente…

Pero yo quiero que Helen me enseñe a mí, que me abra todo un mundo de sensaciones físicas e intelectuales, y que me deje ponerle el corrector anti-arrugas por las noches, y la exfoliante por las mañanas… (¿o era al revés?).

Tengo que hacérmelo mirar, porque sólo me gusta ELLA. No es una filia a las mujeres maduras, no (aunque tampoco pasaría nada si lo fuese, ojo). Pero desde que la vi en “La Costa de los Mosquitos (1986)”, ya me llamó la atención (por entonces, hagan cuentas, ella era una cuarentayunona super llamativa, ñam, ñam…).

En definitiva, creo que voy a consolarme pensando que ésto no viene más que a demostrar que el paso de los años en una mujer, si tiene algo, no hace más que acentuar y enaltecer esa atracción, y que las arrugas llegan a ser un valor añadidísimo.

Y que quizás tenga que ir pensando ya en buscar pareja de nuevo, by the way…

(Nota: Helen, cariño, deja de ponerte pesada… ¿ves como te iba a hacer promo en el blog?).

NO SE PUEDE…

Todos sabíamos que era la “querida” del jerifalte, pero ella parecía llevarlo muy a gala. Imbuida de una especie de halo de superioridad consorte, nos miraba a todos por encima del hombro, viviendo y creyéndose su propia mentira, y todo le pareció surgir por ciencia infusa ante sus ojos y sus manos impúdicas y manchadas de adulterio.

Cuando él se presentaba en sociedad acompañado de la propietaria de la osamenta magnífica, ella procuraba mantenerse a prudencial distancia, pero siempre visible, con el mensaje clavado en la imaginaria frente ya arrugada: “Soy yo. Y no soy ‘esa’…”, como cantaba la mediática flamenca del vello rebelde tiempo ha.

Nunca pensamos que podría llegar tan lejos. Nunca.

Y eso que ya cuando empezaron a germinar las alas invisibles tras los omóplatos, el dictamen fue unánime: no se puede volar con alas de papel…

(Nota: ilustración de la gran Maltieri. Visítenla).

(Nota 2: Dedicado a "Inma": no te conozco aún, pero gracias por tus palabras...).

EL POST QUE NACIÓ SIENDO PROSA...




EN UNA MAÑANA ABSURDA

¿Qué le ha pasado a este viejo mundo
que le pregunto mirándole a los ojos, suplicante,
y ya no contesta nada elocuente?
Me devuelve una lágrima salada y caliente
y me clava una estaca
en forma de media sonrisa que no dibuja mensaje alguno.

No nos perdona.

¿Y qué me pasa a mi que me pregunto, temeroso,
y las noches se acaban antes, y no hay respuestas,
y la ventana se tizna de gotas antiguas?
Emprendo el retorno a la exigua
memoria de los días de la hierba alta
y la culpa por el golpe y los vidrios rotos.

No me perdona.

ASÍ, SIN MÁS...

Hoy es 1 de diciembre. Otra vez... ¿Cuántos más con este lazo?