DEMASIADO SIMPLE… Y CIERTO.
Dos adultos racionales y pragmáticos discutían sobre los límites matemáticos en la playa, en un arenal perfecto en el que uno de ellos había dibujado con un palo dos rayas paralelas:
Ambos teorizaban sobre el momento geométrico en que ambas líneas llegarían (por la imposibilidad de un paralelismo perfecto) a “casi” tocarse sin llegar a hacerlo nunca, en el caso de que su longitud se prolongara hasta el infinito. El punto de discrepancia estaba en la magnitud de esa longitud, pero ninguno parecía dudar en ningún momento de que las rayas NUNCA se tocarían definitivamente. Que, por muy cercanas que discurrieran, era IMPOSIBLE hallar un punto en común entre ellas…
En ese momento, un niño que paseaba con su perro se acercó a ellos, que no le percibieron. Aunque no podía comprender bien lo que los dos adultos hablaban, llegó a entender el punto clave en el que ambos estaban de acuerdo: la imposibilidad absoluta de que las dos rayas se unieran.
El niño tomó otro palo de la arena, se acercó a ellos por su espalda y dibujó algo: una tercera raya, con un trazo perfecto y de un solo movimiento:
“¿Lo ven? Claro que pueden llegar a unirse las dos… no es tan difícil…”.
7 Comments:
No deberíamos olvidar la naturalidad y necesidad básica de la etapa infantil… los adultos también tenemos mucho que aprender de ellos. Me conmueve que hables de este tema!!
salud chulo, besos
casi siempre las respuestas más sencillas con las que resuelven los misterios más complicados :)
Cierto, suscribo lo dicho por la señora Esparta y añado: los niños pequeños tienen una ilimitada capacidad para dejarnos con el culo al aire.
Empieza la jornada laboral, suerte y un saludo a todos. Qué vaya bien el día.
Demasiado simple y... falso.
¿Podrían ustedes decirme en qué punto se cortan la primera y la segunda rectas? Yo no veo ninguno. Veo una tercera recta, que corta a la primera y a la segunda...
Sallan... (joder, esperaba un comentario así...), es una metáfora, no es ningún ejercicio matemático. Ponte un poco en la mente de ese niño... el oye que "no se pueden unir". Yo creo que todos sabemos (adultos) que no se cortan ni cortarán jamás... Pero gracias de corazón por aportar tu grano (siempre valioso) de pragmatismo. Un saludo, amigo.
Sallanworld es una de las mejores personas que puedas echarte a la cara, desgraciadamente también es ingeniero y no entiende de álgebras
poéticas. Así que no se lo tengas en cuenta.
¡Salud!
Entre mis muchos defectos, está el de pemanecer sordo a la palabra poética. Qué se le va hacer. Pero las líneas no se cortan. Si acaso se unen...
Gracias por tu comprensión y felicidades por el blog...
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