La vida y la obra de un púgil sin contrincante

Yo no pedí estar aquí. Yo no pretendo entenderos ni que me entendáis. Yo no pretendo pasar a la posteridad; tan sólo, que me dejéis hacer mi vida, por extraña que os resulte...

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Lugar: Torrox, Málaga, Spain

30.11.06

PESOS PESADOS...

Ya es un hecho. Mis peores temores se confirman... me operan en unos días o semanas y mi vesícula biliar pasará a la historia. Lo que empezó como un dolorcillo punzante el mes pasado, se ha revelado como un cálculo o piedra de 9.2 mm a la que he tenido el gusto de bautizar como "Dorotea". Y a mi que me la quiten o no me la trae al pairo, oiga. No me asustan los quirófanos, ni las agujas ni las anestesias ni las cicatrices.

Pero lo que realmente me quita el sueño, lo que realmente me hace estremecerme la pernera abajo... es la DIETA que vendrá después. Adiós al cacao y derivados. Adiós a la carne de cerdo. Adiós al marisco (y la navidad encima...), a los frutos secos, a la leche, al café...etc.

Mi buen amigo y ex-compañero Poli Díaz me enseñó que de todo lo malo hay que sacar algo bueno (él nunca se lo aplicó, obviamente), así que he decidido ir preparándome psicológicamente y tomármelo con filosofía y paciencia, y aprovechar esos meses postreros a la intervención para recuperar mi antigua forma y, quién sabe, replantearme mi vuelta a los rings... Calculo que, concluída la etapa de adaptación, mi físico podrá volver a lucir así:




Anoche, sin embargo, tuve una pesadilla jodidísima...

Arnie, el gobernador, me mandaba un sms para invitarme a pasar unos días en su villa californiana. Como pagaba el avión y mi agenda de citas estaba más vacía si cabe que mi nevera, me dije que no era tan mala idea tomarme unos días. Y luego, ya se sabe cómo pasan estas cosas: que si yo levanto cincuenta quilos, que si yo sesenta, que si no hay cojoncillos, que si a mi no me vengas con esas, que si ahora te haces tú el batido de proteínas mientras yo voy a por los DVD's, que si mira como muevo las tetillas al compás de Georgie Dann... lo típico; que a los cinco días ya me veía de esta guisa:


Era como una droga, no podía dejarlo... A las dos semanas me sentía como una tripa de chopped embutida en plástico industrial. Iba a reventar...

Desperté empapado en sudor (y no en aceite corporal, afortunadamente...) y con un ligero dolor abdominal (el de mi ÚNICO abdominal, hipertrofiado a conciencia a base de lomito adobao y buenos potajitos...). Dorotea reclamaba mi atención.

Creo que le he cogido cariño. Pediré que me la guarden en un tarrito con alcohol.

Y, ya de paso, iré anulando de mi mente esa suscripción en el gimnasio que tenía planeada para febrero...

(Nota: la VIGOREXIA es un trastorno alimenticio muy jodido. Ojito y hacéroslo mirar. Los gorditos también tenemos derecho a intentar triunfar...).

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

::: joder, 9,2 mm ... si sirviera para algo mas que para joderte la vesícula mi camello estaría dispuesto a pagar lo que fuese para hacer negocio con Dorotea... cuidala machote que esas cosas pasan una vez en la vida...

(una duda que tengo: las piedras de la vesicula tambien se expulsan? porque cuando me toco sacar el puto granito de arroz de mi riñon incluso recité todos los santos del calendario uno a uno y hacia atrás para que pasase rapido el tiempo)

09:28  
Blogger Luismi said...

Pues va a ser que no, Furu... hay un tratamiento, creo, para fragmentarlas con láser, pero no las de ese tamaño...

17:51  
Anonymous Anónimo said...

Tú tranquilo, respira hondo y no tiembles ante el bisturí, aunque para entonces, cuando reluzca en la mano del matasanos ya estarás inconsciente y en el País de las Maravillas, o con Nemo (si lo conoces) en Slumberland.

Y después, vigor a ti.

Saludos y hasta otra

18:44  
Anonymous Anónimo said...

vuelve luismiiii, aunq sea x navidá!!

eibisi

11:27  

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