Sólo unas líneas, a la vieja usanza, para pedirte PERDÓN por las cosas que nunca hice. Son, sino las únicas, de las que más me arrepiento. Y es que mucho me temo que las que hice ya no tienen disculpa.
Sólo unas lágrimas, ahora que la enfermedad me arrincona, por la tristeza de no ser tú quien me tome la mano cuando sufro. Por no poder yo tomar la tuya cuando ríes y eres feliz.
Tengo mi penitencia. Expío mis pecados, estoico y resignado. Y sueño con las horas de solaz. Con tus ojos mirando esperanzada mi perfil. Con tus manos, invocando en mi cuerpo a los hados. Solo. A mi lado no hay nadie.
Sólo unas líneas, al viejo estilo, para pedirte PERDÓN por los días en que no estuve, estando. En que te besé, sin besarte. En que te oí, sin escucharte. En que te supliqué, sin derecho alguno.
Querida. Amada mía...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home