La vida y la obra de un púgil sin contrincante

Yo no pedí estar aquí. Yo no pretendo entenderos ni que me entendáis. Yo no pretendo pasar a la posteridad; tan sólo, que me dejéis hacer mi vida, por extraña que os resulte...

Mi foto
Nombre:
Lugar: Torrox, Málaga, Spain

21.11.06

EL JUSTICIERO DE GREEBLECH...

Para los chicos de Greeblech, Horatio Caine es como el Charles Bronson al que adoraban nuestros padres en la era de los futbolines y las máquinas de petacos.

Horatio no llora; Horatio no ríe; Horatio siempre tiene una respuesta cortante en el momento justo. Horatio no se folla a la mujer de su hermano, aunque ella crea que él está muerto y no parezca que vaya nunca a volver a escena... él es un tío legal; ni se tira a Marisol, la hermana de Delco porque no quiere entrar en conflictos con un subordinado... a veces, Horatio también tiene cosas de gilipollas... nadie es perfecto. Pero él roza el concepto.

*************************

Odio que a un tipo como David Caruso, curtido en mil batallas como soldado secundario de filmes o grandes seriales policíacos, un tipo que ha demostrado tener también una faceta dramática y, a veces, entrañable, se le reconozca al fin a través de un papel tan radicalmente detestable y poco recordable. Al mando de sus secuaces pijos-siempre-bien-vestidos-fibrados-bellos/as-musculados, las pruebas aparecen como por arte de biribirloque ante las narices (incluídas bolsas con "zip" llenas de cigarricos de la risa... lo juro, ha salido en el episodio de hoy...); y Caine parece poseedor no ya de un sexto sentido, sino de un sextuagésimo sentido que NUNCA le falla y siempre le conduce hasta la correcta interpretación (de entre las millones de posibles) de la escena del crimen.

Creo que Caruso, en el plano artístico, no se merecía un "canto del cisne" catódico tan poco creíble y verosimil. El personaje de Grisom (Petersen) resulta casi, por contra, abrazable; el de Mac (Sinise, el mítico Sinise...), al menos no es absolutamente imperturbable ante su entorno ni sus emociones.

Leer en la red que alguien "...odia al zanahorio recalcitrante de Horatio..." no es muy agradable para un teleaficionado que siempre había admirado a ese poli (casi siempre irlandés, of course...) y su carita de no tener ni puta idea de por donde se la estaban colando (eran otros tiempos; era otra tele...).

************************

Pero si hay algo que odio es cuando descubres que un grupo que te revuelve los jugos gástricos (en mi caso Amaral; o, mejor dicho, el Amaral "de ahora"), ha dado con esa combinación de acordes que llevas meses, años deseando escuchar; la que te hace vibrar, la que probablemente tú, y tras mucho esfuerzo (o fruto de un momento creativo puntual) habrías también conseguido... y la destroza con sus pamplinadas de letras de niña grande que no sabe lo que quiere ni lo va a saber en su futil y anodina vida; y entonces, todo se acabó: ya nadie usará esa combinacion, atemorizado por la amenaza de la acusación de plagio o por (no se qué es peor...) la previsible comparación...

Aghhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!

¡Horatio, ponte las gafas, saca la pipa y vuélvete majara; nos vamos de cacería a la gira de los maños...!

Ja, ja, ja, ja... (insisto: me pica de lo malo que soy).