La vida y la obra de un púgil sin contrincante

Yo no pedí estar aquí. Yo no pretendo entenderos ni que me entendáis. Yo no pretendo pasar a la posteridad; tan sólo, que me dejéis hacer mi vida, por extraña que os resulte...

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Lugar: Torrox, Málaga, Spain

30.11.06

LO EFÍMERO...

Qué poco le ha durado al Buenafuente la nueva cantante de la Banda… Lo cierto es que encontrar una sustituta digna de Monica Green tampoco era tarea fácil, pero es que a la pobre criatura (¿alguien recuerda su nombre?) ni le han dejado cantar un par de estrofas seguidas. Joan y Fran se encargan ahora de dar las ráfagas, y no lo hacen del todo mal. Por ahí un amiguete de esos que se fijan en todo me cuenta que en uno de los planos aéreos que cogen cuando van a publicidad, en un programa pocos días antes de que la chica desapareciese misteriosamente del “staff”, se les pudo ver a los dos haciéndole gestos raros a la vocalista (pensarían que estaban fuera de imagen, y de ahí el mostrar sin pudor su cabreo) justo cuando ella no terminaba de marcar bien el tono.

Y luego, nada más. “Show must go on”, y de la rubia chillona, ni flowers.

Podríamos ahora comenzar con una amplia enumeración de casos similares, pero creo que el tema está ya muy manido. Todo el mundo pone los mismos ejemplos, o muy similares… ¿Recuerdan a “Objetivo Birmania” y su (único) hit “Los amigos de mis amigas son mis amigos”? Pues eso, seguro que no quieren más ejemplos de este tipo…


Me proponía hablar (y ejemplificar simplona y ramplonamente, como arriba) sobre lo efímero. Y lo necesario de lo efímero. Y lo cruel de lo efímero.

Cuantos tópicos… “lo bueno, lo grandioso, es efímero… ¡qué putada!”… O no.


El orgasmo es efímero. Afortunadamente. Tal explosión hormonal, tal derroche energético nos fulminaría y llegaría a poner nuestra vida en peligro si se prolongara durante demasiado tiempo.

La fama es efímera. Eso algunos quisieran, esos a los que su irritable falta de puntualismo les ha causado tantos quebraderos de cabeza.

Nos lamentamos de que las cosas que anhelamos son, sino utópicas, efímeras. Y parecemos no darnos cuenta de que las lacras son persistentes per se: violencia, capitalismo, egoísmo, envidia, cinismo…


¿El amor? El amor es una broma muy, muy pesada… y poco efímera.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

::: si señor, es una solemne putada, la durabilidad de la nómina es efímera, la vida del hielo en los cubatas de las fiestas de pueblo es efímera, las horas de los fines de semana son efímeras en comparación con las de lunes a viernes... pero mejor así, porque nos acostumbrariamos muuuuy mal si fuese al contrario...

09:22  

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