ECLECTICISMO QUE TE CAGAS… (Jódete, Jack…)

No sé si será porque estoy un poquito borracho (que igual…) y no debería estarlo, porque en unas horas cojo la moto y me voy a Sevilla a manifestarme contra el tema de los guardarraíles… pero oyes, que me apetecía… “Mujer desesperada”: como te expliqué personalmente, todos los meses (a partir de ahora, y espero que durante muchos meses más…) desaparezco mensualmente un poco de la blogosfera porque voy a reunirme con la flor de mi vida, con mi amor… con ella, con la única que le da un poquito de sentido a esto… lo siento, pero es así…

Y yo ya sabía que al abrazarla, al besarla, el atasco se iba al garete. Y por eso, querido “Jack el destripablogs”, te dedico este post (aunque ni lo leas…) porque el eclecticismo que tanto criticas se vuelve protagonista en noches (días) como este (estos):

Que me dice una amiga que el peligro (paradójico) de tantas revoluciones y dictaduras frustradas es que, a base de errores, un día, un gilipollas con bigote (o sin él) va a dar con la clave y va a sacar lección de lo fallido, y va a encontrar la fórmula de la sublevación perfecta… Y yo le digo que se equivoca, que NUNCA ningún régimen se va a alzar con el poder porque a NOSOTROS nunca van a impedirnos el acceso a un papel y a una pluma, un bolígrafo o un lapicero, un teclado… porque NOSOTROS siempre vamos a ser capaces de sobreponernos…

Que María no se cree que podamos hacer algo, mientras viajamos en el “cercanías” que nos lleva a los tres a Terrassa… y yo le digo que hay que tener cojones para impedir que la juventud no vuelva la cabeza si no quiere hacerlo… que, como en el ejemplo que pone Al Gore en su documental, la rana, si el agua ya está hirviendo, no va a aguantar ni dos segundos dentro del cazo de agua hirviendo si nadie se lo impide… que el día que nos quieran volver la cabeza sujetándonos las mandíbulas, vamos a morder la mano que se posa en ellas… que tengo fe, en definitiva…

Que 300 kilómetros llorando al volante son muchos… y algo habrá que hacer… y si ella no lo hace, lo voy a hacer yo…

Que, bajando por la AP-7 me hago una pregunta… Una vez me pregunté qué pasaría si, en una superficie pequeña de la playa de mi pueblo, ordenara que los servicios de limpieza la acotaran y no actuaran en ella durante un mes… ¿Qué haría la gente? ¿Optaría por cuidar ese rectángulo por voluntad propia para mantenerlo o lo dejaría al libre albedrío?

¿Y si la DGT decidiera sólo multar cada día a los cinco conductores españoles que sobrepasaran el límite de velocidad en dicha jornada? ¿Qué harías tú? ¿Qué haría yo? ¿Confiaría en que otros cinco imbéciles harían el cafre todavía más, y pisaría el pedal de la derecha-del-todo, o me curaría en salud decelerando y cumpliendo la norma? ¿Ein?

Siempre presuponemos que habrá un gilipollas más gilipollas que nosotros mismos… Pero el caso es que, a la hora de la verdad, terminamos estando solos… hasta para las comparaciones…

PD: Yo no voy a contar “otras cosas” en este blog, como ya te dije que NO haría… pero al menos perdóname y permíteme que les diga que me acabas de salvar toda-todita la existencia por cruzarte en mi vía… (aplíquese el andaluz, y obtendrá usted un maravilloso doble sentido…).