DE LA PRETENSIÓN SIN SENTIDO
Triste es (sola) la gloria del ídolo.
Para mí las mañanas destempladas
y las autopistas secas.
Alianza imaginaria de metal sin veta.
Que no se precisa el olor a laurel
para llegar a tu alma.
Ni alforjas en este viaje de sentirse tu poeta.
Ni astrolabios, ni cartas ni señales
para arribar sano y salvo a tus playas.
No precisa el corredor, para correr, de la meta.
Matrimonio sacrílego, amenaza sin puñales…
La silenciosa noche y su enervante calma.
Para mí los himnos sin acordes, las odas mudas.
Sola es (triste) la grandeza del prohombre.
Triste es (sola) la gloria del ídolo.
Para mí las mañanas destempladas
y las autopistas secas.
Alianza imaginaria de metal sin veta.
Que no se precisa el olor a laurel
para llegar a tu alma.
Ni alforjas en este viaje de sentirse tu poeta.
Ni astrolabios, ni cartas ni señales
para arribar sano y salvo a tus playas.
No precisa el corredor, para correr, de la meta.
Matrimonio sacrílego, amenaza sin puñales…
La silenciosa noche y su enervante calma.
Para mí los himnos sin acordes, las odas mudas.
Sola es (triste) la grandeza del prohombre.
2 Comments:
Bueno ya está bien, no voy a decirte que el poema es espléndido porque se te subirá a al cabeza. Pero como hoy puedo hacer comentarios, diré que el cuadro es muy bonito.
Hala, ya alabaré el próximo poema.
¿El prohombre? ¿El mismo prohombre de Nietzsche? Ese mismo prohombre dejará, un día, su barniz humano (demasiado humano) y se hará superhombre, más allá del bien y del mal.
"No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada." Nietzsche
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